jueves, 26 de noviembre de 2015

Mi descripción del parque.

Viendo esta imagen tan cálida me viene esa idea a la cabeza de lo qué es la vida, es decir, la vida es igual a un camino como el que podemos ver en la imagen, donde podemos encontrarnos piedrecitas o piedras, zonas de césped reconfortantes, hojas maduras caídas de los árboles adornando el suelo, árboles a los lados adornando el paisaje con sus altas estaturas... También si nos fijamos en la parte derecha podemos ver una valla de madera, dando a entender que en nuestro camino, al fin y al cabo, siempre vamos a tener un obstáculo o impedimento, como en este caso esa valla de madera. Si nos fijamos bien no podremos saber que hay detrás de esa valla que forma rectángulos; quizás haya otro camino, o un pequeño río viendo como caen las hojas nombradas anteriormente...
Pero si ahora giramos la vista a nuestra izquierda podemos ver detrás de todos esos árboles otra vaya aún más grande, y no es de madera, ¡sino de hierro! Sí, podemos ver que esta decorada con algún color crudo, pero, que no nos mientan, esa valla al fin y al cabo tiene hierro, aunque a lo alto de cada columna tenga una graciosa bolita encima.
Y al final de la imagen podemos ver como se forma una curva, cómo siguen habiendo más arboles decorados por la naturaleza por colores otoñales y un ambiente cálido y acogedor.

domingo, 8 de noviembre de 2015

Imitando a Larra

Y bien como dice el título de esta entrada, voy a copiarme del estilo de Larra al hacer críticas, teniendo en cuenta que es la primera que hago, así que dicho empecemos:
Hay una cosa desde hace unos meses que la verdad me asquea un poco y son las "Kawaii box".
Ya, y me diréis: ¿Eso qué es? Os explico: "kawaii box" es un página online que te mandan cada mes una caja con productos "kawaiis" (kukis, monos, cutes... Como los queráis llamar), pagando x dinero dependiendo del tamaño del que sea la caja.
Ahora bien, sabiendo lo que es os voy a contar como me he enterado de su existencia: si se puede decir que soy fan de algo es de ver vídeos en youtube. Hay youtubers que hacen colaboraciones con tiendas, y últimamente hacen muchas con esta página. Desde mi punto de vista personal no me parece mal las colaboraciones pero esta en especial, no puedo con ella por las siguientes razones:
La primera es que las youtubers que las suelen enseñar les han mandado la caja más grande (que es la más cara), entonces te muestran más productos, ya que la caja va a traer más productos al ser más cara, pero en mi opinión creo que no todo el mundo se podría permitir esa caja, ya que pensandolo bien es un capricho.
Y la segunda razón es, y este motivo en especial lo han dicho muchas otras youtubers en la red es que una "kawaii box" te la puedes hacer tú a tu gusto y muchísimo más barata.
Os dejo un vídeo de una colaboración y de unas compras conjuntas de ese tipo de productos más económicas:
-  https://www.youtube.com/watch?v=gtmICzW90IY
-  https://www.youtube.com/watch?v=xcPL3Tyw7Vo
Y sí, que hacen rewies, sorteos y todo eso... Pero que hay mil de unboxing, críticas, sorteos (al que sólo le toca a una persona cumpliendo unas condiciones, que normalmente es seguir a la página o al youtuber en si en sus redes sociales)...

domingo, 1 de noviembre de 2015

Rima XLIV de Béquer

Como en un libro abierto 
leo de tus pupilas en el fondo. 
¿A qué fingir el labio 
risas que se desmienten con los ojos? 

¡Llora! No te avergüences 
de confesar que me quisiste un poco. 
¡Llora! Nadie nos mira. 
Ya ves; yo soy un hombre... y también lloro.

Este poema de Béquer me gusta, ya que lo que nos quiere decir es que los sentimientos son humanos, llorar es humano, y no hay que reprimirlo, porque es normal que necesitemos desahogarnos de vez en cuando, sin avergonzarse de ello.


El verso con el que más me he quedado ha sido este: "Ya ves; yo soy un hombre... y también lloro". Porque sí que es verdad, que a los hombres, por unas razones o por otras siempre se ha dicho que no lloran, que son "unos machotes de hierro", aunque todos sepamos que no es así por lo que anteriormente he comentado. El caso es, que me he quedado con este verso por la ironía que hay en el y por el simple de hecho de que un hombre no tiene que avergonzarse de llorar.

Uno de los versos de Béquer que más me gusta, y que le tengo un cariño especial es: " Poesía... eres tú." Me gusta por el simple hecho de que tiene un significado sentimental para mí, y una historia detrás.




viernes, 23 de octubre de 2015

Todos los días de mi vida.

Nunca entenderé que le pasó a Elena.
Empezaré desde el principio:
Todo empezó después de nuestro viaje de novios a una isla al norte de África. Estuvimos allí diez días alojados en un hotel de lujo, visitando tribus antigüas, haciendo fotos por la sabana... La verdad es que nos íbamos a quedar diez días más pero Elena se puso muy enferma, le empezó a subir mucho la temperatura y perdía la conciencia cada dos horas y tardaba bastante en volver a estar consciente, así que decidí que lo mejor sería volver a casa.
La llevé al hospital y me dijeron que simplemente era un virus, que si me sentía más seguro se podía quedar allí toda la noche y al día siguiente irse a casa conmigo. Ante esta propuesta nos quedamos en el hospital toda la noche, aun recuerdo los ojos celeste de Elena mirándome y diciendome que todo iba a salir bien, que no era nada y que mucho menos que no me preocupase por ella, pero la verdad es no podía evitar estar algo nervioso, sentía que las cosas no iban bien.
Al día siguiente volvimos a casa y Elena parecía que se estaba recuperando, pero a la semana le empezaron a salir cardenales por todo el cuerpo. Volvimos al hospital y no supieron darnos respuesta alguna, por el contrarío los médicos empezaron a hacerse teorías sobre si yo la pegaba y le tría al hospital para esconder mi culpa.
 Nos fuimos a dormir, a las 3:00 am me desperté escuchando a Elena cantar una canción en una lengua que parecía una especie de latín antiguo, no sabría decir muy bien que decía la letra de la canción. Paro y se quedo todo en un horrible silencio.
- ¿Las oyes?- se giro bruscamente clavándome esos ojos celestes que no podía reconocer.
- Elena no oigo nada, sólo a ti cantando a las tres de la mañana.
Elena se empezó a acercar muy despacio hacía la cama.
- No han parado de hablarme desde aquel día, en el día que supe que me tenía que ir con ellos.
No sabía de quienes me estaba hablando, ni siquiera la reconocía yo mismo a ella. La vi desplomarse al suelo, me acerqué y vi como un puñal se había clavado en su pecho.
Ahora estoy en una cárcel, acusado de haber matado a mi mujer, cuándo la amaba, le amo y la intente cuidar todos los días de mi vida.
Y ellos ahora están conmigo todos los días, recordándomela.

viernes, 25 de septiembre de 2015

El interminable viaje de Hassam.

Hassan estaba acostado en su cama junto a su mujer escuchando un disparo tras otro, algo que ya se le hacía rutinario. Se levantó y mientras se dirigía a la cocina se asomo a la habitación de su hijo para ver como dormía, tan despreocupado, tan ignorante ante el problema. Por una parte eso estaba bien, él no se merecía vivir todo eso, una guerra desatada por un corrupto.
Se escucho un golpe. La puerta se desplomo y cayo al suelo. Entraron una banda de hombres armados, gritando. Ni siquiera Hassan escucho lo que decían de lo que gritaban, sólo podía pensar en correr hacía el cuarto de su hijo, cogerle y salir por la ventana, mientras dejaba todo atrás, incluyendo a su mujer.
Esa mañana fue la última vez que pudo verla y estar a su lado.
A Hassan ya no le importaba nada, sólo quería huir de allí, irse lejos, no tener miedo. Quería ser feliz.
Fue hacía la costa, ya que sabía de sobra sobre "los barcos" que salían de allí y todas las consecuencias que podrían tener al subirse a uno. Pero no se lo penso dos veces, ya no tenía casi nada que perder, y ese casi sólo era su hijo.
Al subirse con su pequeño dado de la mano sintió miedo. No sabía ni a donde ir, ni de qué vivir...
Pasaron muchas horas, días, malos momentos interminables... Hasta llegar a tierra. Estaba muerto de sed, y de hambre, al igual que su pequeño.
Al llegar Hassan se enteró que estaba en Marruecos, pero allí había muchas fronteras que le impedían llegar a un país donde poder empezar de cero de verdad, de verdad poder ser felices y estar bien.
Hassan hará lo necesario por llegar al destino perfecto porque, poco le importa lo que tenga que hacer para llegar hasta él.